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En 2017 se pusieron en marcha las primeras Residencias Artísticas Internacionales de Creación Cinematográfica-BAICC, un proyecto muy deseado por el (S8) que se vio materializado gracias al apoyo de AC/E y el LIFT, de Toronto, reafirmando la fuerte apuesta de la Mostra por la formación y la creación artística en espacios alternativos.
Tras una exitosa primera convocatoria con más de 15 propuestas recibidas, ‘Relieves’ de Tono Mejuto fue el proyecto seleccionado a desarrollar durante cinco semanas en el Liaison of Independent Filmmakers of Toronto. El resultado final lo podremos ver, en estreno mundial, durante la 9ª Mostra de Cinema Periférico, que tendrá lugar en A Coruña del 25 de mayo al 3 de junio de 2018.
Aprovechando los últimos días de Tono en Canadá quisimos realizarle una entrevista en la que nos comenta su experiencia en la residencia y algunos adelantos de su trabajo:
– ¿Podría comentar su trayectoria brevemente?
Me formé como arquitecto y después como fotógrafo, siendo más o menos autodidacta en lo cinematográfico, tratando de ver y asistir a todo cuanto iba encontrando alrededor. Así he podido participar en cursos y talleres impartidos por Paulino Viota, Isaki Lacuesta o Mercedes Álvarez entre otros. El CGAI en A Coruña ha sido importante en todo esto y siempre me ha ayudado a mantener el hambre por seguir trabajando en este campo. El año pasado presenté mi primer cortometraje rodado en 16mm, ‘Quiasma’, alrededor del proceso de trabajo y creación del coreógrafo Javier Martín. Ésta fue estrenada en el Play-doc de Tui y programada posteriormente por diversos festivales.
– En el pasado ya ha disfrutado de otras residencias artísticas. ¿Cómo se enfrenta al proceso de creación en este contexto?
Es siempre muy estimulante al ubicarte en un lugar que generalmente no conoces y tener que producir algo en un tiempo bastante reducido. Es al mismo tiempo importante el entrar en contacto con otra gente con intereses y conocimientos afines y que siempre van a aportar cosas al trabajo que no esperabas. Cuando presentas el proyecto nunca sabes en realidad a donde vas a llegar e intentas estar atento a todo aquello que te encuentras y cómo integrarlo en algo común haciendo y deshaciendo al mismo tiempo sobre lo que habías preconcebido.
– ¿Qué opina de que la Mostra Internacional de Cinema Periférico (S8) y AC/E organicen las Residencias BAICC? ¿Qué buscaba cuando presentó el proyecto?
En mi caso lo vi la manera perfecta de poder seguir trabajando en un camino en el que había comenzado, pero que no disponía ni de los medios ni el tiempo necesario para llevarlo un paso más hacia delante. El terreno del cine experimental es siempre ambiguo y no es fácil muchas veces encontrar los canales para la producción y la exhibición adecuados sobre los que seguir trabajando. Tanto en el caso del (S8) como del Lift en Toronto, llevan años apostando y dando soporte a estas prácticas alejadas de los circuitos más comerciales, y en ese sentido creo que es una alianza ideal sobre la que seguir construyendo.
– ¿Podría explicar brevemente en qué consiste ‘Relieves’, el proyecto que está desarrollando?
La propuesta presentada versaba alrededor de la ciudad y sus ‘relieves’. Desde el planteamiento de un rodaje y proyección cinematográfica estereoscópica en 16mm, se proponía un cine de observación, de pulso y ritmo. Un viaje alrededor de la vida del downtown de Toronto durante algunos días de invierno.
Algunas de las referencias tomadas eran piezas de aquello que llamaron ‘sinfonías de ciudad’, y que, de cáracter experimental o documental, abordaban la vida en la ciudad a principios del siglo XX. Además de los casos de W.Ruttmann o D.Vertov, tenía muy presentes también otros ejemplos como ‘Regen’ (Lluvia) de Joris Ivens en Amsterdam o Manhatta de Paul Strand y Charles Sheeler alrededor de Nueva York.
A partir de ahí, el trabajo en Toronto ha consistido en desarrollar por una parte la tecnología que lo hacía posible (para su filmación y posterior exhibición), como del propio rodaje y montaje del proyecto final, que está derivado finalmente en una mirada más poliédrica de aproximación a la ciudad, a través de diversas tentativas siempre desde la imagen estereoscópica en 16mm.

– ¿Cual es la motivación para desenvolver su obra en formatos analógicos y qué cree que aportan en plena era de la imagen digital?
No encuentro sólo una motivación específica y diría que no tiene tanto que ver con la búsqueda de un resultado determinado, sino con la forma en la que llegas a él. En mi caso, las limitaciones que me impone la propia herramienta me condicionan desde el inicio aquello sobre lo voy trabajando y me exige (y permite al mismo tiempo) un continuo ajuste de ésta en favor de lo que quiero contar. Supongo que ésto sucede cualquiera sea el formato, pero que ese desafío es parte de las ganas de trabajar en este medio, y que de otra manera quizá no lo hubiese hecho.
Por otro lado, me gusta esa relación siempre muy presente con la fotografía y otras experiencias pre-cinematográficas, donde el movimiento se construye fotograma a fotograma y el tiempo filmado tiene una correspondencia en el espacio. Al mismo tiempo en estos formatos está todavía presente el uso del obturador (tanto en cámara como en proyectores) en oposición a ese aparente ‘tiempo continuo’ que te ofrece la imagen digital.
– ¿Que significa para ud. trabajar en una institución de referencia internacional en la creación de  la vanguardia cinematográfica como es el LIFT Toronto?
Está siendo una experiencia fantástica, tanto por los medios de los que dispone el Lift para desarrollar un proyecto como el presentado, como por las distintas personas involucradas en su funcionamiento, que están resultando parte importante del trabajo aquí. Es al mismo tiempo un lugar que te acerca naturalmente al trabajo de otras personas que están en distintas fases de producción de sus propios trabajos y que inevitablemente aportan valor a lo que uno está haciendo.
– ¿Qué lugar ocupa la ciudad de Toronto (y sus ‘relieves’)? ¿Qué destacaría de su comunidad de cine y cómo se siente trabajando en ella?
Por lo que he podido conocer, es una comunidad muy amplia y activa. He podido ir a bastantes proyecciones y conocido espacios, festivales o agrupaciones que apuestan por estas prácticas cinematográficas. El propio Lift, la PixFilmGallery que dirige la cineasta Madi Piller, el CineCycle, el festival Images que comienza en un par de semanas, o la agrupación Pleasure Dome fundada en 1989 y que mantiene aún su actividad desde ese momento. Es una comunidad que resulta al mismo tiempo familiar y colaborativa, como profesional, con un nivel de producción siempre sorprendente.
– ¿En qué parte del proceso se encuentra el proyecto en estos momentos?
Ahora mismo estoy en la última semana de residencia, acabando de probar los distintos sistemas para una proyección estereoscópica, tanto en 16mm como en formato digital, así como trabajando en el montaje final de la pieza para su exhibición durante el festival.
– ¿Con qué se va a encontrar el público que se acerque al estreno de ‘Relieves’ la próxima edición de la Mostra Internacional de Cinema Periférico (S8)?
Espero que con una experiencia sorprendente dentro del cine en tres dimensiones. El uso de la imagen estereoscópica (más allá de como se ha venido empleando en la industria de los últimos tiempos) es capaz de proveernos de esta cualidad háptica, en la que la percepción, el cuerpo y los sentidos, son capaces de ofrecernos nuevas informaciones acerca de nuestra propia experiencia del espacio y el tiempo (o al menos eso espero). Por otro lado el hecho de emplear celuloide en 16mm transforma la imagen 3D a la que estamos habituados, llevándonos más cerca de esa experiencia fotográfica inicial del visor estereoscópico y sus postales de ciudad.
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En 2017 puxéronse en marcha as primeiras Residencias Artísticas Internacionais de Creación Cinematográfica – BAICC, un proxecto moi desexado polo (S8) que se víu materializado grazas ao apoio de AC/E e o LIFT de Toronto, reafirmando a forte aposta da Mostra pola formación e a creación artística en espazos alternativos.
Tras unha exitosa primeira convocatoria con máis de 15 propostas recibidas, ‘Relieves’ de Tono Mejuto foi o proxecto seleccionado a desenvolver durante cinco semanas no Liaison of Independent Filmmakers of Toronto. O resultado final poderémolo ver, en estrea mundial, durante a 9ª Mostra de Cinema Periférico, que terá lugar en A Coruña do 25 de maio ao 3 de xuño de 2018.
Aproveitando os últimos días de Tono en Canadá quixemos realizarlle unha entrevista na que nos comenta a súa experiencia na residencia e algúns adiantos do seu traballo:
– Podería comentar a súa traxectoria brevemente?
Formeime como arquitecto e despois como fotógrafo, sendo máis ou menos autodidacta no cinematográfico, tratando de ver e asistir a todo canto ía atopando ao redor. Así puiden participar en cursos e talleres impartidos por Paulino Viota, Isaki Lacuesta ou Mercedes Álvarez entre outros. O Cgai en A Coruña foi importante en todo isto e sempre me axudou a manter a fame por seguir traballando neste campo. O ano pasado presentei a miña primeira curtametraxe rodada en 16mm, ‘Quiasma’, ao redor do proceso de traballo e creación do coreógrafo Javier Martín. Ésta foi estreada no Play-doc de Tui e programada posteriormente por diversos festivais.
– No pasado xa disfrutara doutras residencias artísticas. Cómo se afronta o proceso de creación neste contexto?
É sempre moi estimulante ao ubicarte nun lugar que xeralmente non coñeces e ter que producir algo nun tempo bastante reducido. É ao mesmo tempo importante o entrar en contacto con outra xente con intereses e coñecementos afíns e que sempre van aportar cousas ao traballo que non agardabas. Cando presentas o proxecto nunca sabes en realidade onde vas chegar e intentas estar atento a todo aquilo que atopas e como integralo en algo común facendo e desfacendo ao mesmo tempo sobre o que preconcibiras.
– Que opina de que a Mostra Internacional de Cinema Periférico (S8) e AC/E organicen as Residencias BAICC? Que buscaba cando presentou o proxecto?
No meu caso vino como a maneira perfecta de poder seguir traballando nun camiño no que comezara, pero que non dispoñía nin dos medios nin do tempo necesario para levalo un paso máis cara adiante. O terreo do cine experimental é sempre ambiguo e non é doado moitas veces atopar as canles para a produción e a exhibición axeitadas sobre as que seguir traballando. Tanto no caso do (S8) coma do Lift en Toronto, levan anos apostando e dando soporte a estas prácticas afastadas dos circuítos máis comerciais, e nese sentido creo que é unha alianza ideal sobre a que seguir construíndo.
– Podería explicar brevemente en qué consiste ‘Relieves’ o proxecto que está a desenvolver?
A proposta presentada versaba arredor da cidade e os seus ‘relevos’. Desde a formulación dunha rodaxe e proxección cinematográfica estereoscópica en 16mm, propoñíase un cine de observación, de pulso e ritmo. Unha viaxe arredor da vida do downtown de Toronto durante algúns días de inverno.
Algunhas das referencias tomadas eran pezas de aquilo que chamaron ‘sinfonías de cidade’ e que, con carácter experimental ou documental, abordaban a vida na cidade a comezos do século XX. Ademais dos casos de W.Ruttmann ou D.Vertov, tiña moi presentes tamén outros exemplos como ‘Regen’ (Chuvia) de Joris Ivens en Amsterdam ou ‘Manhattan’ de Paul Strand e Charles Sheeler arredor de Nova Iorque.
A partir de aí, o traballo en Toronto consistiu en desenvolver por unha parte a tecnoloxía que o faga posible (para a súa filmación e posterior exhibición), como a propia rodaxe e montaxe do proxecto final, que está derivado finalmente nunha mirada máis poliédrica de aproximación á cidade, a través de diversas tentativas sempre desde a imaxe estereoscópica en 16mm.

– Cal é a motivación para desenvolver a súa obra en formatos analóxicos e que cre que aportan en plena era da imaxe dixital?
Non atopo só unha motivación específica e diría que non ten tanto que ver coa procura dun resultado determinado, senón coa forma na que chegas a el. No meu caso, as limitacións que me impón a propia ferramenta condiciónanme desde o inicio aquilo sobre o que vou traballando e esíxenme (e permítenme ao mesmo tempo) un continuo axuste desta en favor do que quero contar. Supoño que isto sucede sexa cal sexa o formato, pero ese desafío é parte das ganas de traballar neste medio, e que doutra maneira quizais non o tería feito.
Doutra banda, gústame esa relación sempre moi presente coa fotografía e outras experiencias pre-cinematográficas, nas que o movemento se constrúe fotograma a fotograma e o tempo filmado ten unha correspondencia no espazo. Ao mesmo tempo nestes formatos está aínda presente o uso do obturador (tanto en cámara como en proxectores) en oposición a ese aparente ‘tempo continuo’ que che ofrece a imaxe dixital.
– Que significa para vde. traballar nunha institución de referencia internacional na creación da vangarda cinematográfica como é LIFT Toronto?
Está a ser unha experiencia fantástica, tanto polos medios dos que dispón o Lift para desenvolver un proxecto como o presentado, como polas distintas persoas involucradas no seu funcionamento, que están a resultar parte importante do traballo aquí. É ao mesmo tempo un lugar que te achega naturalmente ao traballo doutras persoas que están en distintas fases de produción dos seus propios traballos e que inevitablemente aportan valor ao que un está a facer.
– Que lugar ocupa a cidade de Toronto (e os seus ‘relieves’)? Que destacaría da súa comunidade de cine e como se sinte traballando nela?
Polo que puiden coñecer, é unha comunidade moi ampla e activa. Puiden ir a bastantes proxeccións e coñecín espazos, festivais ou agrupacións que apostan por estas prácticas cinematográficas. O propio Lift, a PixFilmGallery que dirixe a cineasta Madi Piller, o CineCycle, o festival Images que comeza nun par de semanas, ou a agrupación Pleasure Dome fundada en 1989 e que mantén aínda a súa actividade dende aquela. É unha comunidade que resulta ao mesmo tempo familiar e colaborativa, como profesional, cun nivel de produción sempre sorprendente.
– En que parte do proceso se atopa o proxecto nestes momentos?
Agora mesmo estou na última semana de residencia, acabando de probar os distintos sistemas para unha proxección estereoscópica, tanto en 16mm como en formato dixital, así como traballando na montaxe final da peza para a súa exhibición durante o festival.
– Con que se vai atopar o público que se achegue á estrea de ‘Relieves’ na vindeira edición da Mostra Internacional de Cinema Periférico (S8)?
Agardo que cunha experiencia sorprendente dentro do cinema en tres dimensións. O uso da imaxe estereoscópica (máis aló de como se veu empregando na industria dos últimos tempos) é capaz de dotarnos desta calidade háptica, na que a percepción, o corpo e os sentidos, son capaces de ofrecernos novas informacións acerca de nosa propia experiencia do espazo e o tempo (ou polo menos iso espero). Doutra banda o feito de empregar celuloide en 16mm transforma a imaxe 3D á que estamos habituados, levándonos máis preto desa experiencia fotográfica inicial do visor estereoscópico e as súas postais de cidade.
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The first International Artistic Residences of Cinematographic Creation – BAICC started in 2017: a very wished project by the (S8) that came into being thanks to the support of AC/E and the LIFT, reaffirming the strong commitment of the Mostra with supporting training and artistic creation in alternative spaces.
After a successful first call with more than 15 proposals received, ‘Relieves’ of Tono Mejuto was the project selected to be developed during five weeks in the Liaison of Independent Filmmakers of Toronto. The final result will be screened, in world-wide première, during the 9th Mostra de Cinema Periférico, that will take place in A Coruña from 25th May to 3rd June 2018.
We interviewed Tono during his last days in Canada. Find below his comments about his experience in the residence and some advances of his work:
– Could you comment your artistic experience briefly?
I started out as an architect and afterwards as a photographer, being more or less self-taught in cinematography, trying to see and assist to all that I found  around. I have been able to participate in courses and workshops given by Paulino Viota, Isaki Lacuesta or Mercedes Álvarez ,among others. The CGAI in A Coruña has been important in all of this and has always helped me to keep me eager to work in this field. The past year I presented my first short film filmed in 16mm, ‘Quiasma’, around the creative and working processes of the choreographer Javier Martín. This was premièred at Tui’s Play-doc festival and programmed later by diverse festivals.
– You have enjoyed other artistic residences in the past. How do you confront yourself to the process of creation in this context?
It is always very stimulating because it puts you in a place that generally you do not know and have to produce something in a quite short time. It is important, at the same time, to be in in contact with other people with interests and affine knowledges, who are always going to contribute to the work that you, in ways you didn’t expect. When you present a project, you never really know where are you going to arrive. You try to open your eyes to all that you find, and explore how you can integrate that, mainly doing and undoing at the same time, upon what you had preconceived.
– What do you think about (S8) Mostra Internacional de Cinema Periférico and AC/E organising the Residences BAICC? What were you looking for when you submitted the project?
In my case I saw it as the perfect way to be able to keep working in a way I had begun, but didn’t have neither the means neither the necessary time to continue. The field of experimental cinema is always ambiguous and many times it is not easy to find the appropriate production and exhibition channels to work. The (S8) and the Lift have been committed to giving support to these practices that have been situated away from the most commercial circuits for years, and in this sense I think that this is an ideal alliance worthy of keeping in time.
– Could you explain briefly what ‘Reliefs’, the project that you are developing, consists in?
The project submitted  was about the city and its ‘Reliefs’. Taking as a starting point a shooting and stereoscopic cinematographic screening in16mm, I propose a cinema of observation, of pulse and rhythm. A trip around the downtown life of Toronto during some Winter days.
Some of the references taken were pieces of the so-called ‘Symphonies of a city’, that tackled the life in the city at the beginning of the 20th century in an experimental or documentary way. In addition to the cases of W.Ruttmann or D.Vertov, I had also very present other examples like ‘Regen’ of Joris Ivens about Amsterdam or ‘Manhattan’ of Paul Strand and Charles Sheeler around New York.
From here, the work in Toronto has consisted in developing the technology that made it possible (for his shooting and exhibition), as well as of the filming and editing of the final project, that has finally derived into a more multilayered gaze to approach to the city, through different attempts, but always from the stereoscopic image in 16mm.

– Which is your motivation to manage your work in analog formats and what do you think is their contribution to this digital era?
I do not find only a specific motivation and I would say that it is not about the research of a determinate result, but the way you arrive to it. In my case, the limitations that the own tool imposes me, conditionate my work from the beginning and also demand me (and allow me at the same time) to be continuously adjusting it in favour of what I want to explain. I suppose that this happens with any format. But also this challenge is part of my impulse to work this way. If did it another way, it might not turn out.
On the other hand, I like this very present relation between photography and other pre-cinematographic experiences, where the movement is built frame by frame and time filmed has a correspondence in the space. At the same time the use of the shutter  (in cameras as in projectors) is still present in these formats, in opposition to this apparent ‘continuous time’ that digital image offers you.
–What does it mean for you to work at an international benchmark institution for the avant-garde cinematic creation, such as LIFT Toronto?
It is being a fantastic experience, because of the means the Lift has to develop a project like this, and because of the different people involved in this operation, who are turning an important part of the work here. It is at the same time a place that naturally brings you closer to other people’s work. People who are in different phases of production of their own works and who inevitably give value to what you are doing.
– Wat is the role of Toronto (and his ‘Reliefs’)? What would stand out of its community of cinema and how does it feel to work in it?
By what have been able to know, it is a very wide and active community. I have been able to go to quite a lot of screenings and known spaces, festivals or groups that stand up for these cinematographic practices. The own Lift, the PixFilmGallery directed by the filmmaker Madi Piller, the CineCycle, the Images festival (which begins in a pair of weeks), or the Pleasure Tame group founded in 1989 that continues with its activity nowadays. It is at the same time a familiar and a collaborative community, professionally, with a level of production always surprising.
– In which part of the process is your project in these moments?
Right now I am in the last week of residence, finishing to test the different systems for a stereoscopic screening/projection, in 16mm and digital, as well as working in the final setting of the piece for its exhibition during the festival.
– At the premiere of ‘Reliefs’ during the next edition of (S8) Mostra Internacional de Cinema Periférico: what is the audience going to find?
A surprising experience within cinema in three dimensions, I hope. The use of the stereoscopic image (beyond how it has been used in the industry lately) is able to provide us with this haptical quality, thanks to which perception, body and senses, can to offer us new informations about our own experience of space and time (or at least I expect this). On the other hand, the fact of using celluloid in 16mm transforms the 3D image to which we are used to, carrying us closer to this initial photographic experience of the stereoscopic viewer and its city postcards.
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