VOLONTÈ_FOTOGRAMA_02
Marcos Flórez y Lucía Vilela, parte del colectivo (completado por Helena Girón
, Rafael Mallo
, Roberto Mallo
, Miguel Prado
 y Lucas Vázquez) que dio lugar a Volontè, hablan del origen y proceso de esta performance que se compondrá, en el (S8), de la proyección de la película del mismo nombre, un concierto del grupo, también Volontè, y de la manipulación en directo del material original en 16mm de la película.
MF: Todo empieza hace dos años, la primera vez que vemos a Volontè tocar en directo, que fue aquí, precisamente, en el Mardi Gras. Nosotros conocíamos a Miguel y nos invitó a su concierto. A mí personalmente me impresionó mucho porque me pareció una apuesta muy arriesgada. Sobre todo la parte de la improvisación en grupo me interesaba mucho. Ya había visto alguna improvisación antes, pero no en grupo. Me interesaba esta colectividad, cómo se comunicaban. Estamos hablando del verano de 2013. Nada más ver el concierto les propusimos grabarles en vídeo, sin ninguna pretensión más allá de poder registrarles tocando y, si teníamos algo de suerte, discernir algo de esta comunicación entre ellos. Casi pasó un año, porque durante ese periodo vimos que teníamos la posibilidad de hacerlo en 16mm. Primero, gracias a la cámara de Helena y Samuel (Helena Girón y Samuel M. Delgado), y a otra amiga de Madrid que nos consiguió película caducada de una productora, que eran las colas de un anuncio de Fairy del 2008. Pasó un año, y ya en el verano de 2014 formamos un pequeño equipo, cuatro personas más el grupo, con la intención de hacerle un retrato al grupo. Sólo eso, sin ninguna pretensión de hacer luego una película.
LV: Cuando surgió la idea del 16mm sí que se relacionaron las limitaciones del formato con lo que conlleva una improvisación, que se supone que no tiene esos límites.
MF: Liberta de duración.
LV: Y de repente había que hacerlo en tres minutos.
MF: Dentro de la improvisación, en conversaciones con el grupo, nos hablaban no tanto de la libertad que supone la improvisación sino de su falta de libertad. Eso se une a lo que decía Lucía, que es interesante: tenemos una limitación en el 16mm, que es finito, que no podemos grabar como en el digital horas y horas, algo que a todos nos parecía interesante para trabajar sobre ello.
Grabamos durante cuatro días en Casa Tomada, aquí en Coruña. Nos prestaron el espacio, es increíble que nos cedieran el espacio para poder hacer esto. Luego, nos fuimos todos a registrar el concierto de Volontè en el Liceo Mutante, en Pontevedra. Casi ha pasado otro año, entre revelar, intentar conseguir el dinero para hacerlo (tuvimos la suerte de tener la ayuda del AGADIC aquí en Galicia) y tener la película.
La relación con el (S8) ha estado ahí desde siempre, pues en ese primer concierto Ángel (Rueda, director de la Mostra) estuvo. Les enseñamos a Ángel y a Ana (Domínguez, directora del (S8) con Rueda) la película y sale de ellos, que al final son catalizadores de muchas cosas, la propuesta de unir la película con un concierto en el estreno de la película.
LV: El rodaje fue una improvisación por parte de ellos, de Volontè, los músicos, y de nosotros con la cámara. Casi todo está filmado con cámara en mano. Hay planos muy movidos, porque nosotros filmábamos a través de esa improvisación, de una manera impulsiva. También, incluso, integramos el motor de la cámara, con un micrófono de contacto que iba a sintetizador de Miguel (Prado). Se creó así una relación muy horizontal entre el dispositivo de cine y el de música.
MF: Lo que que cierra el círculo es que nosotros revelamos ese material, y lo tenemos revelado en negativo, y pensamos en darle vida. Lo que normalmente un conservador de películas o de fotografías te dice que no debes hacer, que es alterar el material de origen, nosotros pensamos que puede haber una vida ahí. Ahora, si nosotros alteramos el material en directo, creemos que se cierra un círculo. Porque estamos de nuevo, gracias al (S8), reuniéndonos otra vez, proyectando las imágenes en bruto del rodaje y alterarándolas –aún no sabemos del todo cómo va a ser, porque queremos seguir, efectivamente, un pequeña filosofía de la improvisación. Que, como dijo Lucía, también la seguimos en rodaje, donde no existió una puesta en escena, no intentamos provocar conversaciones entre ellos. Y nos dimos cuenta de que no había conversaciones. Lo que es interesante de todo ese proceso de dos años es que ellos tocaron en directo, nosotros les vimos, les propusimos hacer el rodaje y desde el concierto hasta el rodaje no llegaron a tocar juntos de nuevo ninguna vez. Y desde el rodaje hasta el (S8) no se han vuelto a juntar. Y esto, de alguna manera, cierra el círculo.
 
Desbordamientos. Volontè
Hoy a las 22.30.
Fundación Luis Seoane.