Ghost Algebra

Janie Geiser es una cineasta experimental reconocida a nivel internacional. Sus films, hipnóticos y sugestivos, en palabras de Berenice Reynaud “han llevado el collage a un nuevo nivel creando un espacio atravesado por siluetas recortadas, dibujos robados y fragmentos de películas en blanco y negro. La imagen tiembla, es elusiva, una vista prohibida atisbada desde la oscuridad; el espectador es invitado a explorar a través de las capas de significado como a través del espeso follage de un bosque encantado”. Una descripción llena de sonoridades misteriosas, como las películas de Geiser, piezas que parecen salidas del inconsciente y que apelan a fantasmales y atávicos mundos. Una narrativa esquiva, una sobrecogedora belleza y un uso sublime de la superimposición, mezclando texturas y fuentes, convierten sus films en obras con una voz genuina y única.

Sus obras se han poyectado en instituciones como Whitney Museum of American Art, el Guggenheim, el MoMa (que ha comprado piezas suyas para su colección), Pacific Film Archives, el Wexner Center for the Arts, la San Francisco Cinematheque, y en festivales como el New York Film Festival, el Festival de Toronto, el San Francisco Film Festival, el Festival Internacional de Cine de Hong Kong International Film Festival, y el Festival de Rotterdam. Su película The Fourth Watch, además, fue seleccionada por Film Comment como uno de los 10 mejores trabajos de cine experimental de la pasada década.

Se puede decir de Janie Geiser que es una artista multidisciplinar. Nacida en Baton Rouge, Louisiana, hija de un matrimonio del Medio Oeste norteamericano, Geiser ha vivido casi toda su vida entre Atlanta, Nueva York y Los Ángeles. Es licenciada en pintura por la Universidad de Georgia (1975) y pasó varios años haciendo dibujos a lápiz y tinta para periódicos regionales antes de convertirse en conservadora del famoso Centro de Artes de las Marionetas de Atlanta en 1980. Al año siguiente formó el Teatro Jottay junto al compositor Chip Epsten e hizo sus primeras representaciones con marionetas, que eran evoluciones de sus ilustraciones. En 1986 se trasladó a Nueva York, donde trabajó como ilustradora freelance para The New York Times Book Review. Su libro, The Tornado Treaty (1985), se encuentra en la Colección de Libros de Artistas del Museo de Arte Moderno de Nueva York, su representación con marionetas titulada Evidence of Floods ganó un Bessie (Premio New York de Baile e Interpretación), y en 2002 recibió un Beca Rockefeller de Cine y Vídeo. Geiser es Directora de Marionetas y Arte en Cal Arts en Valencia, California, desde 1999.


La destacada práctica cinematográfica de Janie Geiser deriva de manera directa de su trabajo en escena; se puede decir que Geiser ha sido una pionera del renacimiento del teatro experimental de marionetas norteamericano (sus performances se han presentado en instituciones como Redcat, el Museum of Jurassic Technology, el Velaslavasay Panorama, The Walker Arts Center, Arts at St. Ann’s, PS 122, Dance Theater Workshop, LaMaMa, y MOCA). Sus trabajos, innovadores e hipnóticos, mezclan marionetas con decorados, actores y películas proyectadas. Geiser empezó a utilizar el cine como parte de sus representaciones, al principio filmando del natural o haciendo animaciones con figuras recortadas. Algo que de alguna manera anticipa su trabajo con el collage fílmico, pues las proyecciones añaden a las performances una capa más de profundidad y significado.

The Red Book e Immer Zu representan una vertiente de su cine más relacionada con su trabajo como ilustradora. También ha hecho incursiones en el found footage (del que también hace un particular uso en el collage) en su reciente serie Magnetic Sleep, siete episodios realizados entre 2008 y 2009. A partir de la The Secret Story (1996), Geiser ha desarrollado un consistente y evocador trabajo en el cine de collage del que se dará cuenta en la sesión que se le dedica en esta edición del (S8) dentro del ciclo El Nuevo Monstruo, en la que podremos ver una apabullante selección de trabajos que hablan de una trayectoria ya no sólo como animadora, sino como una de las cineastas experimentales imprescindibles de la actualidad.